La Soberanía de Dios
La soberanía de Dios representa la capacidad de poner en práctica Su santa voluntad o supremacía. El Altísimo, Señor del Cielo y de la tierra, tiene poder ilimitado para hacer lo que haya resuelto. Al ser absolutamente independiente, Dios hace lo que le place. Nadie puede disuadirlo, nadie puede obstaculizarlo. En Su Palabra, Dios declara: “Yo soy Dios, y no hay otro Dios; y nada hay semejante a mí. . . “que digo: ‘Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero'” Isaías 46:9-10). Nabucodonosor, el Rey de Babilonia, edificó obras arquitectónicas que fueron clasificadas entre las Siete Maravillas del Mundo. Aún así, alabó la soberanía del Altísimo. “Cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. . . Y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra. Y no hay quien detenga su mano… (Daniel 4:34-35). Soberanía divina significa que Dios es Aquel que se sienta en el Trono del universo. Él es Dios en nombre así como en todas las cosas, dirigiendo todas las cosas, y “el que hace todas las cosas según el designio de su voluntad” (Efesios 1:11). En medio de la aflicción que Dios permitió en su vida, Job reconoce la grandeza y esplendor de Dios en contraste con su propio orgullo y pecado.Leer más »La Soberanía de Dios